Proyecto 16-01-2023
Las juntas de colocación en superficies cerámicas reducen los movimientos entre las baldosas, esto consigue evitar tensiones ya que recaen sobre el material rejuntado.
Asimismo, las juntas de colocación sirven también para mejorar la estabilidad de la superficie, frenar el paso del agua y evitar la acumulación de humedad.
Por último, las juntas cumplen una clara función antideslizante y absorben desviaciones dimensionales de longitud y anchura.
Cada vez más las juntas cumplen una función decorativa. Pueden variar de grosor, desde 1,5 mm en los azulejos de canto recto, hasta 5 mm en baldosas más rústicas con bordes irregulares.
Lo habitual en los ambientes más actuales y minimalistas es recurrir a la junta más estrecha de 1,5mm, optando por diferentes colores para el relleno. En este sentido, podemos escoger un tono que se asemeje lo más posible al azulejo para crear una visión uniforme o elegir un tono que contraste y cree más dinamismo visual.
Independientemente de sus funciones técnicas y estéticas, podemos distinguir dos tipos de juntas según la función que desempeñen en la instalación de las baldosas:
Colección Layon
Hay numerosos materiales de relleno para juntas pero generalmente se distinguen dos tipos de juntas según el material:
La decisión sobre qué tipo de material utilizar para las juntas dependerá sobre todo de la estética y las necesidades de mantenimiento. Su método de aplicación es prácticamente el mismo.
Colección Trento
Generalmente las superficies cerámicas se instalan en pavimentos y revestimientos por lo que el acabado de estas superficies también nos permite distinguir varios tipos de juntas.
En el caso de los pavimentos exteriores suelen utilizarse juntas perimetrales e intermedias en paños inferiores de 25m2. Asimismo, las juntas de pavimentos exteriores deberán tener un mínimo de 10 mm de anchura.
Sin embargo, las juntas de pavimentos interiores suelen ser juntas perimetrales que quedan embebidas con el rodapié o el zócalo. Se trata de juntas intermedias cada 8 metros lineares ininterrumpidos en superficies de 40 m2 pero en el caso de pavimentos oscuros de radiación solar directa o pavimentos sobre calefacción radiante pueden reducirse a 5 metros en superficies menores, de unos 25m2. Las juntas de pavimentos interiores tendrán un mínimo de 6mm de anchura.
Por otro lado, los revestimientos o recubrimientos de paredes exteriores suelen contar con juntas de movimiento horizontales en las líneas superiores e inferiores del canto de los forjados y juntas verticales cada 3-4m, creando paños de 9 o 12 m2.
La elección dependerá del color, el coeficiente de dilatación térmica lineal de las baldosas y las oscilaciones térmicas máximas previstas. Las juntas de revestimientos exteriores tendrán un mínimo de 10mm de anchura.
Por su parte, en los revestimientos interiores, encontramos diversos casos como:
- Juntas perimetrales sobre soportes más inestables como el yeso.
- Junta de colocación mínima entre las baldosas de gran formato.
- Juntas elásticas prefabricadas en superficies de aluminio, madera, duchas o bañeras.
- Juntas con espacio libre de 20-30mm por debajo de encuentros con forjados.
- Juntas intermedias de 6mm de anchura cada 8 metros en grandes superficies.
En definitiva, sea cual sea tu caso, las juntas de colocación y movimiento son cruciales para que no surjan defectos posteriores ni disfunciones en los recubrimientos cerámicos pero también tienen un gran potencial estético que debemos aprender a aprovechar.